Saturday, October 28, 2006

Todo Sobre la Segunda Venida De Jesús

A continuación citaremos gran contenido del Catecismo de la Iglesia Católica, que es el más importante texto que habla de la "segunda venida de Jesucristo". Lo dividiremos en: ANTECEDENTES, MOMENTOS ACTUALES Y TIEMPO QUE VEDRAN DE INMEDIATO
ANTECEDENTES:
El glorioso advenimiento de Cristo, esperanza de Israel
673 Desde la Ascensión, el advenimiento de Cristo en la gloria es inminente (cf Ap 22, 20) aun cuando a nosotros no nos "toca conocer el tiempo y el momento que ha fijado el Padre con su autoridad" (Hch 1, 7; cf. Mc 13, 32). Este advenimiento escatológico se puede cumplir en cualquier momento (cf. Mt 24, 44: 1 Te 5, 2), aunque tal acontecimiento y la prueba final que le ha de preceder estén "retenidos" en las manos de Dios (cf. 2 Te 2, 3-12).
6 La Venida del Mesías glorioso, en un momento determinado de la historia se vincula al reconocimiento del Mesías por "todo Israel" (Rm 11, 26; Mt 23, 39) del que "una parte está endurecida" (Rm 11, 25) en "la incredulidad" respecto a Jesús (Rm 11, 20). San Pedro dice a los judíos de Jerusalén después de Pentecostés: "Arrepentíos, pues, y convertíos para que vuestros pecados sean borrados, a fin de que del Señor venga el tiempo de la consolación y envíe al Cristo que os había sido destinado, a Jesús, a quien debe retener el cielo hasta el tiempo de la restauración universal, de que Dios habló por boca de sus profetas" (Hch 3, 19-21). Y San Pablo le hace eco: "si su reprobación ha sido la reconciliación del mundo ¿qué será su readmisión sino una resurrección de entre los muertos?" (Rm 11, 5). La entrada de "la plenitud de los judíos" (Rm 11, 12) en la salvación mesiánica, a continuación de "la plenitud de los gentiles (Rm 11, 25; cf. Lc 21, 24), hará al Pueblo de Dios "llegar a la plenitud de Cristo" (Ef 4, 13) en la cual "Dios será todo en nosotros" (1 Co 15, 28).
MOMENTOS ACTUALES:
La última prueba de la Iglesia
675 Antes del advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá pasar por una prueba final que sacudirá la fe de numerosos creyentes (cf. Lc 18, 8; Mt 24, 12). La persecución que acompaña a su peregrinación sobre la tierra (cf. Lc 21, 12; Jn 15, 19-20) desvelará el "Misterio de iniquidad" bajo la forma de una impostura religiosa que proporcionará a los hombres una solución aparente a sus problemas mediante el precio de la apostasía de la verdad. La impostura religiosa suprema es la del Anticristo, es decir, la de un seudo-mesianismo en que el hombre se glorifica a sí mismo colocándose en el lugar de Dios y de su Mesías venido en la carne (cf. 2 Te 2, 4-12; 1Te 5, 2-3;2 Jn 7; 1 Jn 2, 18.22).
676 Esta impostura del Anticristo aparece esbozada ya en el mundo cada vez que se pretende llevar a cabo la esperanza mesiánica en la historia, lo cual no puede alcanzarse sino más allá del tiempo histórico a través del juicio escatológico: incluso en su forma mitigada, la Iglesia ha rechazado esta falsificación del Reino futuro con el nombre de milenarismo (cf. DS 3839), sobre todo bajo la forma política de un mesianismo secularizado, "intrínsecamente perverso" (cf. Pío XI, "Divini Redemptoris" que condena el "falso misticismo" de esta "falsificación de la redención de los humildes"; GS 20-21).
TIEMPO QUE VENDRA INMEDIATAMENTE:
(este es el contenido más importante, como lo es también lo anteriormente explicado sobre el: "seudo mesianismo).
La Iglesia sólo entrará en la gloria del Reino a través de esta última Pascua en la que seguirá a su Señor en su muerte y su Resurrección (cf. Ap 19, 1-9). El Reino no se realizará, por tanto, mediante un triunfo histórico de la Iglesia (cf. Ap 13, 8) en forma de un proceso creciente, sino por una victoria de Dios sobre el último desencadenamiento del mal (cf. Ap 20, 7-10) que hará descender desde el Cielo a su Esposa (cf. Ap 21, 2-4). El triunfo de Dios sobre la rebelión del mal tomará la forma de Juicio final (cf. Ap 20, 12) después de la última sacudida cósmica de este mundo que pasa (cf. 2 P 3, 12-13).

Friday, October 06, 2006

La Odisea del Hombre

Hecho por: José Andrés Cuadros Del Carpio
Si tiene algún comentario por favor escribir a los emails:
Cuadrosandres1@hotmail.com
Kunchiscaro@yahoo.com

El sufrimiento del hombre es causado por el pecado, cuyo precio es la muerte y o ausencia de Dios, esto implica vivir en una dimensión desagradable y llena de problemas y dificultades, entre ellas el trabajo que es sacrificio, por esto el pecado es la autodestrucción. Por ello este mundo es de los hombres y no de Dios, es así que este mundo es imperfecto y con problemas que tienen solución pero el hombre no es capaz de darse cuenta y peor aún, se obstina en no resolverlo.

El hombre a pesar de que nace con cero de sabiduría, es hijo de Dios y es capaz de resolver sus problemas, sólo hay que tener perseverancia y sacrificio para proponerse metas y lograrlas. La Iglesia católica propone la meta del sacrificio por amor a Dios, a los hombres y todos los necesitados. De esta manera el hombre debe pasar una Odisea en este mundo y llegar a Dios mediante el sacrificio, que es la mejor meta que puede tener un ser humano, porque el precio del amor es el sacrificio, para llegar a ser ciudadano del Reino de Dios, recuerda que un hombre por más rico que sea no puede llevar su riqueza hacia el otro mundo, es decir no hay otro destino mejor que el Reino de Dios y la Iglesia Católica tiene el método perfecto para lograr ello que no sólo es la Biblia sino la tradición apostólica que viene desde la vida pública de Jesús y el magisterio que son los documentos eclesiásticos y o encíclicas que han sido escritas por el Espíritu Santo para los problemas actuales a través de los apóstoles que son los principales discípulos de Jesús en la vida de la Iglesia Católica.

El hombre peca en querer creer que lo sabe todo y es capaz de lograr su felicidad sin Dios, no olvidemos a un gran filósofo griego que dijo: "sólo sé que nada sé", así la humanidad para alcanzar a su verdadera felicidad debe seguir las reglas de Dios aunque no las comprenda, aunque vea injusticia y gente que cree que Dios no existe y provoca guerras y destrucción por razones egoístas, etc.

Sunday, October 01, 2006

El Modo de Ir a Dios

Hecho por: José Andrés Cuadros Del Carpio Cualquier comentario escribir al email: cuadrosandres1@hotmail.com kunchiscaro@yahoo.com Entre el amor recíproco de Dios y el hombre, es más importante e inmenso el amor de Dios al hombre porque es perfecto e ilimitado. El amor del hombre hacia Dios no siempre es perfecto, ya que este peca ofendiendo a Dios, y los únicos seres humanos quienes no han pecado es decir su amor hacia Dios fue perfecto es Jesús y la Virgen María. En la eucaristía uno se une al Reino de Dios por intermedio de Jesús y para ello hay que confesarme a fin de limpiar el alma y la conciencia previamente. Por ello hay que confiar en Dios y en su amor más que en nosotros mismos, por que somos limitados conscientemente, pero Dios es perfecto e ilimitado. Por lo tanto hay que imitar la vida de Jesús, es decir su sufrimiento por amor a Dios, puesto cuánto más hagas esto último más cerca de Dios estarás y apto para ver algún día su rostro y su trono en el cielo que al hacerlo es lo más grande y glorioso que existe en todos los universos y creación de Dios. Por ello debido a que Jesús sufrió más, entonces más cerca está a Dios Padre. Asímismo hay que abstenerse del pecado sólo por amor a Dios, aunque el temor de Dios da inteligencia y es razonable y perfecto. Para que el hombre se sienta bien y busque su liberalización de todo mal en el espíritu es necesario hacer caridad y amor, puesto que el amor es perfección, no olvidemos lo que dijo San Agustín: "Ama y haz lo que quieras". Y para ser libres es necesario conocer la Biblia y todos lo escritos y documentos de la Iglesia Católica de hoy y de a lo largo de la historia, pues esos contenidos son del Espíritu Santo, así dijo Jesús: "La verdad os hará libres", porque la verdad es y proviene de Dios. A continuación el decálogo de amor es el siguiente, en importancia: En primer lugar: "Amar a Dios" En segundo lugar: "Amar al prójimo" En tercer lugar: "Amarse a sí mismo" Tal es el ejemplo de Jesús que sacrificó su vida en la cruz por amor a Dios y por toda la humanidad, que es su prójimo porque ésta necesita de su amor y de la gloria de Dios. Este amor se hace hablando y actuando, según el decálogo anteriormente explicado. Porque el precio del amor es el sacrificio, mediante diversos métodos, como dedicar tiempo al prójimo y a Dios, haciendo: buenas acciones, caridad, solidaridad, fraternidad, oración, etc. El amor a Dios también se refleja en defender, proclamar la voluntad y la palabra de Dios. El amor es el fin supremo de la creación y el amor es Dios.