LA CRUZ DE CRISTO

No existe en el presente, pasado y futuro un acto de amor mayor que la muerte de Jesús, así mismo no hay nada que lo iguale, excepto Dios mismo, pues es la máxima manifestación del amor divino y es su cúspide.
En esto consiste la gloria de Dios y nuestra salvación y por esto debemos darle alabanza y gracias a El, pues la gloria divina ya está en el universo, en toda la creación y aún mucho más allá, que aún desconocemos.
Por ello los católicos debemos estar orgullosos y seguros de llevar la cruz de Cristo en nuestro cuello o pecho ya que es símbolo de la más alta perfección del amor.
Por todo esto debemos amar plenamente y para siempre sólo a la Santísima Trinidad porque su amor es perfecto, como lo fue en la muerte de Jesús para que después resucite, por amor a la humanidad y eso implica que en ningún momento El te fallará ya sea en el tiempo, la eternidad, etc. Por estas razones debemos agradar a Yahve siempre, pues eso es lo más importante que podemos hacer.